faces I
Para comenzar elijo ir hasta el bolsillo y tomar el encendedor en la estúpida creencia de que así controlo un tanto más las pulsiones sin motivo que provoca la inquietud.
Como un pulso eléctrico algo se desplaza en las cavidades más recónditas de mi interior. Lo creo así. La llama impacta contra la punta: una pitada, la primera, mientras veo el humo divulgarse en el monólogo de la tarde, con algo de melancolía, ritmando en el silencio.
Eso había escrito cuando me llamaron para ir a pasar la noche con mi abuela en la clínica. Ya no fumo, ahora es la noche cerrada y escribo desde la oscuridad y el silencio. Mi abuela murió.
Hoy ya es la mañana. Hay una densa niebla. También algo de lluvia. Me he tomado un rato leyendo algunos diarios: VW, SP, WG, AW. Todos muy distintos.
Después me puse a ver este video: https://www.youtube.com/watch?v=dKBS9IUYj1I&ab_channel=BookArchive. En realidad es un libro de fotos. Muchas de esas fotos pueden verse con detalle acá en la página del Tate: https://www.tate.org.uk/art/artists/stephen-shore-5337.
Todas esas Superficies americanas, tal como el autor las llama, me hacen pensar en la instancia del presente. La superficie es la forma en que el instante aparece, la faz y aquello de lo que la faz se cubre. Los sonidos, que percibimos en las fotos, los trasluces, los colores, el brillo, la sordidez. Lo que contempla es la imaginación y su ruido que produce una atmósfera suntuosa a la vez que ligera, llenándose con lo primero que acontezca -sin mediaciones- en el nodo de lo aleatorio. Eso aleatorio, aquella textura por necesidad fugaz, es lo que Shore capta.
“Fue un diario visual de un viaje a lo largo del país. Cuando empecé el viaje tenía muchas ideas de lo que iba a hacer. No quería hacer ‘momentos decisivos’. Cartier-Bresson había usado el término para una clase particular de reunión visual, pero yo estaba más interesado en lo ordinario, en las cosas que no ocurrían en la vida. Quería estar visualmente consciente mientras pasaba el día. Comencé haciéndoles fotos a todos los que encontraba, a cada comida, cada baño, cada cama en la que dormí, las calles en las que caminé, las ciudades que visité”.
Eso: todo lo que no ocurre, es ahí donde transcurre la tensión de gran parte de la vida invisible de todos los días. Shore con su cámara intenta -con evidente éxito- acumular algo de todo eso entre sus fotos.
Autorretrato. Stephen Shore.